COLEGUIS
Matt Furie
Los cruzados impredecibles del destino pueden hacer que un personaje drogota de cómic underground llegue a convertirse en símbolo de la ultra derecha, comandada por ilustres infames como Donald Trump. Esto último es lo que, desgraciadamente, explica el documental “Feels Good Man” (2020), en torno a la expoliación total y absoluta sufrida por Pepe, la rana creada por Matt Furie para los cuatro cómics que escribió, entre 2006 y 2011, bajo el título de “Boy’s Club”.
Hace dos años, la editorial Apa-Apa cómics fue la responsable de sacar adelante la edición en castellano de este emblema del cómic underground norteamericano, en un momento adecuado para demostrar los verdaderos orígenes de Pepe y sus coleguis de historieta.

Marcado por un grotesco humor hidropónico, las estampas vitales de sus cuatro protagonistas, Andy, Brett, Landwolf y el propio Pepe, ejemplifican la descripción impresa en esta edición como “primos aún más subnormales de Megg, Mogg y Búho”, protagonistas del perverso imaginario politoxicómano gestado por Simon Hanselman, del cual también hablamos hace poco.
Bajo este marco narrativo tan simple, Furie creó una oda a la despreocupación extrema, mediante un póquer de seres trazados con líneas mínimas, donde el “menos es más” se convierte en exageración máxima a la hora de describir la dejadez más absoluta del día a día de cuatro compañeros de piso que podrían ser descritos como la versión más extremadamente lejana de los de “Friends”. En este sentido, sus andanzas son una especie de anti-sitcom, cosida por escenas mínimas, resueltas mediante un pedo en la cara, jornadas maratonianas jugando a los videojuegos o un chiste del cual sólo te puede reír en pleno colocón.
No hay freno en tan delirante carrusel de estampas, tremendamente realistas en su afán, consciente o no, por exponer las intimidades más profundas del ridículo más obsceno y toda esa clase de situaciones perdidas en el filtro de la memoria intoxicada por el desvarío drogota.
