TURBO-ENSEÑANZAS CONTRA LA FANTASMAGORÍA CAPITALISTA
Desde que la editorial argentina Caja negra tuvo la feliz idea de comenzar a publicar las obras y escritos de Mark Fisher, uno se da cuenta de estar ante una mente de francotirador, sin igual en su profunda expedición reflexiva en cada uno de los temas que toca.
Cabe decir que, hoy en día, únicamente el omnipresente Simon Reynolds es capaz de hacernos olvidar por un instante lo que, hasta el día de su muerte, Fisher fue dejando a través de sus artículos musicales en el blog K-Punk, también un profuso vivero de ideas e interpretaciones culturales dentro de otras disciplinas y, cómo, no también en política. Para muestra su obra cumbre, “Realismo capitalista” (2009), también editada en España por Caja negra.
Tal como queda claro, en estas más de quinientas páginas de coitus interruptus literario, música y política son indesligables para el malogrado periodista y teórico cultural. Ya sea desde la acción post-punk o el glam de clase obrera propuesto por Roxy Music, la conexión de ambas partes refulge en un arco iris de interpretaciones, aquí expuestas desde un discurso conformado por cientos de tentáculos que nos llevan hasta realidades sub-underground como la exposición que Dolly Dolly hace de una Gran Bretaña surrealista como salvación conceptual. Igualmente, resulta imperdible su focalización en la era siniestra de The Cure, la exaltación post-rave de Burial o las mil caras de The Fall.
En cualquiera de los capítulos mencionados, Fisher actúa como azotador ideológico, ampliando siempre el ángulo, desde el que poder activar renovadas capas de diálogo donde ya parecía imposible, por lo manido del tema.
Hay que puntualizar que lo aquí recogido se trata de una serie de artículos que Fisher fue publicando en su blog K-Punk. En este sentido, el dinamismo literario proporcionado por la intensidad del blogger que necesita volcar sus ideas con velocidad de internauta reincide en textos golem, articulados a base de chisporrotazos de genio, en los que Fisher encadena reflexiones por medio de caminos tan laberínticos como sumamente reveladores.
Ante el objetivo capitalista encubierto, o no, tritura con saciedad. Ya sea a lomos de su opinión acerca de los festivales de rock o el Primer Ministro rockero, Toni Blair, Fisher agudiza su ingenio hasta niveles insospechados, únicamente posible para alguien que ha llevado su ideario donde la mayoría solo se queda en la orilla de los consensos aceptados, o la superficialidad de la realidad filtrada desde los poderes fácticos.
En estos tiempos de sumisión mental ante la pérdida encubierta de libertades, leer libros como este resulta liberador. Chute literario de dosis profunda, de esos que abren el campo de acción neuronal hasta caminos que, seguramente, ni siquiera atisbábamos hasta su lectura.
Obseso crónico de la espeleología musical, autor de una treintena de ensayos musicales y miles de artículos, en TiuMag, El Salto o Rockdelux, entre otras publicaciones.
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