Armado de razones en su retorno a la ciudad, Roi pincha el compás en Crunia, EP marcado por las dimensión geográfica de un sentimiento que vuelve a ser urbano.
Crunia es el resultado de salir del bosque para adentrarse de nuevo al mundo. Desde su renovada visión, conecta materia y espíritu a través de un ritual sci-fi pagano que nos devuelve a Roi al corazón de la calle, vagando por ciudades intoxicadas de encantamiento androide.
Desde que, hace unos años, tomó la decisión de alejarse del ruido urbano para irse a vivir a la costa de Dexo, surgió la necesidad de reflejar su floreciente sensación de libertad, registrada en Deixo EP, anterior trabajo que incide en las claves derivadas del autoconocimiento nacido del aislamiento, antes de preparar el retorno a la jungla del asfalto.
Siguiendo el guión de su historia, llega este nuevo capítulo musical: continuación y ruptura al mismo tiempo. Aventura hacia la extroversión, de vuelta a la discoteca urbana de las megalópolis, donde el sonido de una naturaleza 2.0 sigue estando presente, aunque desde el interior de nuevas viñetas de pulsión más abierta al éxtasis físico.
Construcciones de huesos galvanizados en nervio Cybotron y texturas fibrosas, ondulando entre brumas de atmósfera narcótica y profundos crujidos rítmicos de evocación cristalina. Como nadar en un fiordo selvático. O lo que se entiende como una
reconexión total con sensaciones escupidas a ritmo de beat ultra orgánico, enriquecidas por la aportación de los remixes incluidos de “Maianca” y “Crunia”, obra de artistas tan brillantes como Carl Finlow y The Exaltics, respectivamente.
Y eso es Crunia, el asentamiento deseado, el retorno sin marcha atrás.
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