Tal y como sucede en España, las mujeres están ganando cada vez más protagonismo en la escena urbana londinense. Hoy en Ruido de Fondo repasamos los nombres esenciales: de Nadia Rose a Lady Leshurr.
Fue Lady Sovereign quien, a través del mayúsculo “Public Warning” (2006), abrió la veda pública del grime para las mujeres. Sin embargo, la misma idiosincrasia del género urbano londinense por excelencia ya era partícipe de una pauta inviolable: la negación de la típica misoginia derivada de tendencias dominantes norteamericanas como el gangsta rap y la cultura hip hop, cuando esta sobrepasa la línea divisoria entre underground y mainstream. Bajo un efecto tangencial de rechazo a los enemigos del black femme power, las arterias barriales de los guetos londinenses se insuflaron de una idea global marcada por la inexistencia de barreras de cualquier clase que ahuyentaran la posibilidad de una mujer productora o MC.
De Roxxxan a C Cane

Con los años, esta ley no escrita no ha hecho más que hacerse más fuerte. Sin embargo, tal como reconocía Lady Fury para BBC News el ocho de marzo de 2019: “Cuando comencé en la escena del grime, las mujeres eran extraterrestres. Tenías mujeres detrás de escena, fotógrafas o realizadoras, pero ¿como MC? Tenías a Ms. Dynamite, pero ella era más garaje. Así que era inaudito”.
Una de las figuras que más han ayudado a asentar la esencia igualitaria del grime es Roxxxan, quien encontró en sus rimas de alto voltaje el brío necesario para armar cepos dentados como “Too Fucking Facety” o “Power”, hitos de una MC todoterreno que, tal como ella expresaba el cuatro de enero de 2019, encontró incentivos para ir a contracorriente “al crecer con un padre caribeño y una madre católica, que, a menudo, me alentaron a ser más femenina. Me hicieron sentir que no sería feliz si no era femenina”.
Más allá del cromático reguero de hits críticos sembrado por Roxxxan, su estela ha ido a la par de nombres con el aura definitoria de Ms Banks o C Cane. Sobre esta última, sus apabullantes interpretaciones en modo freestyle definen uno de los rasgos comunes del caldo de cultivo donde se han forjado la mayoría de figuras femeninas en terreno grime. En el caso de C Cane tampoco se puede pasar por alto su habilidad natural para rimar sobre esqueletos rítmicos de heterodoxia mutante. No hay más que dejarse arrastrar por la estela cósmica de demostraciones como “My Money” o “Heard It Wrong”, picos mayores de su catálogo.
La familia es la familia

Dentro de la actual aristocracia grime, si hay un nombre que ha crecido como la espuma, ese es el de Nadia Rose; por otro lado, la primísima de Stormzy. Al igual que C Cane, Rose es una pantera del freestyle. Su estilo felino y cadencia bombástica reflejan su capacidad para dotar de significado al concepto de pop grime. Con sus casi nueve millones de visitas en YouTube, una pieza maestra de grime genuino como “Skwod”, de 2016, la aupó a un nuevo status de reconocimiento. No es para menos, con su fuelle inagotable de rimas, como en “Big Woman”; esta última, prueba fehaciente de su progresivo, aunque invisible, viaje hacia la frontera del r&b distópico, conocido como OVO Sound.
Lady Leshurr, ¿mainstream grime?

Quien todavía linda más cerca del meridiano entre grime y trap es Lady Leshurr. En su caso, un dechado de virtudes a la hora de traducir deje gamberro en alquimia cool. “Todo se basa en el rap de batalla. Dices cualquier cosa para obtener una reacción. Me encanta eso”, explica ella. “Pensé en hacer letras de rap de batalla y luego añadirles un estribillo, porque eso es todo lo que me falta, realmente. No soy perfecta, no creo que esté por encima de todos. Solo estoy tratando de traer algo nuevo y diferente a la escena. Grime no se trata solo de estar enojado con el micrófono”, llegó a explicar para Go London en junio de 2017.
En cualquiera de sus cinco mixtapes, publicadas entre 2011 y 2014, se encuentran los ingredientes de un estilo forjado a pie de calle. La misma desde donde la reina del UK Dancehall, Lady Chann, ha reforestado el ADN grime con bendiciones de sabor caribeño como “Not Me”; pero, sobre todo, su vertiginoso tour de forcé freestyle en The Toddla T Show de la BBC Radio (disponible en youtube).
BGR (Ronster), desde las catacumbas

Más allá de las figuras que han superado las catacumbas del underground en terreno grime, la verdadera naturaleza del género se encuentra en Shystie o las Diva Twins, reinas del gueto en el North West londinense. Tanto estos dos como Lioness son portavoces de un marcado discurso feminista de barricada. Ejemplo capital de esta visión es el EP “Roarness” (2011), obra de esta última.
Quien ya juega en otra liga, y quizá se trata del valor más infravalorado de toda esta escena, es sin duda BGR (Ronster), o Miss R. Lee, según se prefiera. Hace años que su forma de contornear su cerrado acento cockney con toda clase de inflexiones híper dinámicas han enfatizado las posibilidades del grime maximalista, como en su mixtape de 2014, “Red N’ Black”. Desde este punto de inflexión, ha prorrogado su evolución hacia exuberantes ejercicios de minimalismo rítmico como “Bad” y “So Called Friends”.
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