Hablamos con Lisa-Kaindé, del dúo Ibeyi, sobre los múltiples significados de su último álbum, “Spell 31” y reflexionamos sobre feminismo, catarsis y curación, entre otros temas.
“Ibeyi” es una derivación de la palabra “gemelas” en la lengua yoruba de África Occidental. También es el título del proyecto de Las gemelas afrocubanas y francesas Lisa-Kaindé y Naomi Díaz. Su marca, de manera orgánica, ha funcionado desde sus inicios como una afirmación solemne sobre la espiritualidad y todos los temas que esta engloban. Temas que van desde la cultura, los orígenes, la familia, la muerte, la sexualidad y la etnia, entre otros. Una gran parte de la fuerza de su proyecto se debe a la capacidad para comunicar no sólo de una forma bella, pero a veces, devastadoramente honesta. Existe una magia, un hechizo permanente en las personas que, mirando de frente, abren su alma. Eso es Ibeyi.
Nacidas en París en 1994, las mellizas vivieron entre los 2 y los 4 años en San Juan y Martínez, un pueblo tabacalero en el occidente de Cuba. Su talento musical puede vincularse a sus orígenes igualmente musicales: su madre es una cantante franco-venezolana; su padre, Miguel “Angá” Díaz, fue ampliamente aclamado como percusionista que fusionaba la tradición con nuevos géneros y llegó a ser muy conocido como miembro de Buena Vista Social Club.
Lamentablemente, Lisa-Kainde y Naomi perdieron a su padre de un ataque al corazón a la edad de 11 años. Tras su muerte, comenzaron a estudiar canciones populares yoruba y el cajón, un tambor afrocaribeño que su padre tocó durante la mayor parte de su carrera. Aunque el yoruba se habla principalmente en Nigeria y Benin, también se utiliza en algunas partes de Cuba desde el S. XVIII, debido al tráfico de esclavos africanos al Caribe.
Las hermanas aseguran que sus padres, la música que hacían y sus creencias religiosas fueron una inspiración para comenzar a hacer música. Sin duda, este interés por su herencia cultural e historia ancestral ha definido todo su proyecto musical.
En 2015, el álbum debut homónimo de Ibeyi fue aplaudido por la crítica. Temáticamente, el álbum trataba sobre el pasado: la vida y la muerte de su padre, su relación entre ellos, sus propios orígenes y la conexión con sus raíces. Sónicamente, establecieron un estilo único el que presenta elementos de electro pop, hip-hop, jazz, blues y música folclórica yoruba.
En su álbum “Ash”, de 2017, se encuentran temáticas viscerales y políticamente cargadas en torno a la raza, el género y la identidad sexual.
“Spell 31”, su último álbum, toma su título de “El Libro de Los Muertos”, del Antiguo Egipto. Este es un conjunto de textos que comienzan desde aproximadamente el 1540 a. C. y se compone de consejos, conjuros y fórmulas mágicas que ayudan a la persona difunta en su viaje al inframundo a superar las pruebas que se encuentre hasta ascender al paraíso.
“Spell 31” se centra en la restauración en busca de la verdadera armonía, la curación y la magia, todo lo cual necesitamos desesperadamente en este momento. La activista Janaya Future Khan escribió un pequeño ensayo sobre el álbum en el que explica: “ˈSpell 31ˈ de Ibeyi es su oferta más audaz hasta el momento, un antídoto contra la apatía en un mundo dividido (…) ocupa lo liminal, el espacio entre la vida y la muerte, el pasado y el presente, el bien y el mal, y llama a las revelaciones interiores que crean las revoluciones sistémicas que anhelamos”.
Las diez canciones fueron escritas, producidas y grabadas por el dúo y cuentan con apariciones de Pa Salieu, Jorja Smith, BERYWN y el padre y la madre de las gemelas, además de una reinvención de “Rise Above” de Black Flag.
El título “Spell 31” está relacionado con el Libro de los Muertos egipcio, ¿no? ¿Cuál es el hechizo número 31 en ese libro, si existe?
Sí, el hechizo dice: “Oh, you with a spine / Who would work your mouth against this magic of mine / It has been handed down in an unbroken line / The sky encloses the stars / I enclose magic”. (“Oh, tú con una espina / ¿Quién trabajaría tu boca contra esta magia mía / Se ha transmitido en una línea ininterrumpida / El cielo encierra las estrellas / Yo encierro la magia”.)
Cuando estábamos en el estudio haciendo “Made of Gold” y hablando de la conexión de los ancestros y de todo lo que habíamos perdido. En el sentido de que nuestros ancestros africanos fueron secuestrados y llevados a Cuba, también en referencia a las brujas a las que quemaron. Richard, nuestro productor, nos dijo que abriésemos el Libro de Los Muertos que teníamos en el estudio y lo abrí directamente donde estaba el hechizo 31. Me pareció una vinculación tan significativa que en seguida supe que ese era el título del disco; y que Naomi debía decir el hechizo en el LP al final de “Made of Gold”. Fue como si el universo hubiese mandado un mensaje.
En la canción “Made of Gold” con el rapero Pa Salieu, y en general todo el disco “Spell 31”, funciona como una oda a las recientes protestas, manifestaciones y reivindicaciones sobre la desigualdad racial y la opresión que han tenido lugar en los últimos años… Como si la misión de tus antepasados por fin se materializara. ¿Viene de ahí la frase que dice Pa Salieu: “Mi antepasado me dijo ‘Completa la misión ahora'”?
Hay una drag queen que me gusta mucho de Nueva York, que se llama Bob The Drag Queen; ella dijo un día en un vídeo: “I´m my ancestors wildest dreams”. (“Soy los sueños más salvajes de mis ancestros”) Y me emocionó mucho porque tiene razón, la misión es encontrarnos a nosotras mismas y curar ese pasado. Curarnos del trauma ancestral y de los traumas en general de la vida, porque la vida es muy traumática. Creo que esa es la misión y también encontrar el vínculo que nos une a todas. Que yo considero que es la función de la música. Lo lindo de esta colaboración es que Pa Salieu lo ve exactamente como nosotras. Le gusta mezclar su cultura con la música actual, como creando un baile entre el pasado y el futuro.
Hablando sobre este poder curativo de la música; leí que en la Santería Yoruba los ibeyis son figuras cercanas a los orishas que tienen el poder de salvarte de la oscuridad y el mal, y lo hacen tocando tambores mágicos. También nos ayudan a vencer maleficios que creo que es algo mencionáis en las canciones. Además, vuestro último LP, Sangoma, es el nombre de una diosa sanadora. Toda vuestra imagen como artistas y el proyecto de Ibeyi parece hablar de sanación a través de la música. ¿Es eso correcto? ¿Creéis en el poder curativo a través del fenómeno de catarsis en la música?
Yo siempre sentí que la música me cura. Me cura desde que me di cuenta de que me gustaba y me hacía soñar en un mundo mejor. Y hacer música me cura aún más. Ser capaz de manifestar lo que siento en mi interior y materializarlo fuera de mi cuerpo. Creo que es algo muy catártico, muy poderoso; que me salva la vida todos los días. Siento que toda la gente tiene esos momentos de catarsis y curación pero a veces no lo tienen muy en cuenta. Cuando una planta un jardín, o anda a través de la selva o incluso baila en un club a las cuatro de la mañana, sintiendo que todo el mundo está compartiendo la misma energía, eso es la catarsis, la conexión e incluso el “ser”. Creo que, de verdad, no hay muchas cosas que haya tan poderosas como la música como para crear esos momentos.
En relación con el fenómeno de catarsis… Tenéis muchas canciones que reflexionan sobre la pérdida, el duelo y la nostalgia. Y todos parecen ser terapéuticos. Por ejemplo, a veces escucho tu canción “Oya” (de tu primer disco), sabiendo que voy a llorar, y lo hago como una forma de liberación. Cuando termino me siento mejor. La canción “Tears are Medicine” de “Spell 31”, habla de este tipo de hechizo de sanación, ¿verdad?
¡Muchas gracias por decirme eso! Además creo que “Oya” es una de las canciones más bonitas que he escrito. También creo que las lágrimas puede ser medicina. Es otra forma de materializar lo que una siente dentro. Cuando eres capaz de expresarlo es como que se pone un poco de distancia con esa tristeza. ¡La catarsis para mí es mi trabajo! Me di cuenta de que para hacer sentir algo así a la gente tengo que sentirlo yo primero. Tengo que sentarme al piano y pensar en lo que a mí me conmueve y cuando una lo encuentra, eso es lo que como un link mágico que te conecta con el resto del mundo.
Sí que es mágico. De hecho yo con “Oya”pensaba en la muerte de seres queridos, en la pérdida sólo con escuchar la melodía pero sin saber de qué trataba la letra. Fue después que me enteré de que Oya es una diosa de la muerte. Esto me ha pasado con canciones incluso antes de saber inglés. Me parece increíble que llegues a intuir el tema de qué trata una canción sin ni si quiera conocer el idioma.
Es que eso es la música. Es muy misterioso. Muchas veces una no sabe por qué le toca tanto un tema pero es así y además es inmediato. Nosotras hemos tocado en sitios como Japón y otros países donde no saben nada de la música yoruba, pero no importa, les transporta igual.
Teresa Ferreiro trabaja en dirección y gestión cultural y gestión de medios. Es escritora y editora en Ruido de Fondo. Doctora en Bellas Artes y Estudios de Género (Universidad de Vigo) y es artista de cómic, ilustradora y DJ.
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