Jëan Fixx publica “Globalizer”, prometedora arcadia tecno multiforme.
Dentro del rico caudal de nombres que está sacando adelante el sello de música electrónica Deep Different, uno de los más interesantes es el del artista multidisciplinar Jëan Fixx. Precisamente, hoy sale a la calle Globalizer, su segunda referencia discográfica, a través de la que amplía su campo de acción desde el mismo título que da nombre a este trabajo, arcadia intravenosa de click & cuts vaporosos de condición espacial dub. Sensaciones híper orgánicas inducidas por angulaciones deep house y una sonoridad afilada de magnética voluptuosidad apolínea.
Le sigue “Love Machine”, donde el deje deep house pasa a convertirse en raíl central de la mecanización robótica de los sentimientos aquí gestada, incluso condimentada con efectos de producción grime no muy lejanos al Zomby más inspirado y directo.
La pieza que cierra el conjunto es “Dancing My Life”, donde el house en slow-motion marca la pauta pop de tan profunda bocanada hidropónica de beats vaporosamente ochenteros.
En definitiva, un festín de cableados policromáticos que plasma las inquietudes de un espíritu en plena fase de crecimiento, asentado sobre su propia concepción del sonido, perfectamente explicado por él mismo: “Globalizer” nos muestra un sonido enraizado en lo tecnológico, que difumina cualquier rastro de pertenencia a un lugar concreto, una búsqueda estética consciente donde ubicar la crítica hacia esta sociedad que hemos construido, donde lo virtual ha pasado a ser el lugar donde proyectarnos, olvidando la proximidad de lo tangible y lo sensible que nos rodea, en aras del brillo individual y la productividad exacerbada.
Obseso crónico de la espeleología musical, autor de una treintena de ensayos musicales y miles de artículos, en TiuMag, El Salto o Rockdelux, entre otras publicaciones.
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