Accidentes Planeados, Novo single de El Hijo.

Tras lanzar a primeira migalla no seu camiño cara ao LP, planeado para a primavera de 2021, El Hijo retorna cun segundo single, co cal retoma a pulsión cibernética deste século a base de xéneros mutados dentro dun híbrido claustrofóbico de sons renacidos desde o intestino. Matemáticas do inaudito que responde á pregunta central exposta: Pode atoparse algo nun posible ángulo morto que existise entre o pop de autor en español, o primeiro post- dubstep, un R&B escuro e nubrado próximo ao cloud rap, e o universo Tri Angle? É a pregunta á que parece querer responder Accidentes planeados, o segundo single de adianto do novo disco de El Hijo que Intromúsica publicará en plataformas dixitais este 27 de novembro.

Abel Hernández propón unha produción á vez contundente e chea de matices, armada con profundos sub-graves e un beat cambiante, brioso, por momentos, ruidoso, e sons orquestrais sintéticos. Móstrase seguro no seu labor co retorcimiento de estilos mainstream á que nos ten afeitos nos tempos recentes. Neste caso, parece achegarse ao urbano, pero máis ben ao modo en que o facían con respecto á música de club de hai uns anos artistas como Mount Kimbie, Zomby, Burial ou Joy Orbison.

Accidentes planeados (título, do mesmo xeito que o retrouso, con inequívoca chiscadela a David Bowie) propón música de festa deconstruida, onde o fragmentado ( requebros rítmicos, pausas, división en pasaxes) contrasta cos elementos de encadenamento e de repetición obsesiva.

Como xa aconteceu no single anterior (Tohu bohu, lanzado por Intromúsica o pasado 30 de outubro), na letra de Accidentes planeados, enigmática (e rica, como dicimos, en referencias cruzadas), aparece, ademais, certo ton existencial, case apocalíptico ou nihilista.

Abel déixanos esta breve nota:

La transformación y el aprendizaje a voluntad como imposibles. La fe plateada como absurda tabula rasa. Distintos recuerdos de distintos momentos, fraccionados pero conectados por cierta clase de continuidad, como las facetas de un vidrio esmerilado. Música por fases. Presencias embotelladas. Parecen hablar dos personajes, en cualquier caso. Cuestionamientos existenciales, trascendentales, de los que amargan la vida en el realismo capitalista. Alguien hace afirmaciones incómodas e indica, vanidosamente, un camino espiritual a seguir. Pero quien nos habla reconoce su tendencia a repetir los mismos errores fatales.

Nesa liña de continuidade co proposto en Tohu bohu, aquí a colaboradora habitual de El Hijo no aspecto visual, Branca Velasco, volve asinar unha portada onde se fai zoom out sobre unha imaxe análoga á dese single anterior, suxerindo certo fóra de campo ausente naquel. Tamén, Carlos Koschitzky volve asistir na finalización das mesturas e a encargarse do mastering.

Todo reforza esa sensación de continuidade narrativa e conceptual, non só con respecto ao single anterior, senón ao conxunto da secuencia discográfica que compoñen Fragmento I (2015), Dentro (2018) e Capital Desierto (2019). Un desenvolvemento que seguirá despregándose nos próximos meses mediante novos singles e outros medios e contidos diversos, e culminará na primavera de 2021 co novo álbum de El Hijo.

ACCIDENTES PLANEADOS

Comp0sta e producida por Abel Hernández.
Mezcla e mastering: Carlos Koschitzky.

Samples: Melancholia (Lars von Trier). 1910 (F. García Lorca).
K-Punk Vol.2 (Mark Fisher). Always Crashing in the Same Car (David Bowie).
Arte: Blanca Velasco

“No necesita que existamos, no.
No te necesita Dios, no.
Piénsalo, no le afecta tu extinción.
No le afecta a Dios.
No le importan tus Air Yeezy
La nueva canción
Tus trajines
No le importa el dembow (el reguetón…)”

No te encuentro ya (Digo tu nombre, sigo corriendo, dices mi nombre, sigo corriendo, digo tu nombre)
No te veo ya (Digo tu nombre, digo tu nombre, digo tu nombre, digo tu nombre, sigo corriendo, dices mi nombre)
No te huelo ya (Sigo corriendo, digo tu nombre, digo tu nombre, digo tu nombre, digo tu nombre, digo tu nombre)
No te encuentro ya (Sigo corriendo, dices mi nombre, sigo corriendo, digo tu nombre, digo tu nombre)

Y yo siempre estaba estrellándome en el mismo coche.
Y yo siempre estaba estrellándome en el mismo coche.

A veces es más difícil
Matar a un zombi que a alguien vivo.

Aquellos ojos míos del año 2005
Y aquellos ojos tuyos del año 2005
Hoy se me aparecen en cada espejismo
Rosas del desierto, cristal quebradizo.

Y yo siempre estaba estrellándome en el mismo coche.
Y yo siempre estaba estrellándome en el mismo coche.

Te sentías parte de los 120.
Como tu indiferencia, tu fe era ingente.

Aquellos ojos míos del año 2006
Y aquellos ojos tuyos del año 2006
“Somos todos parte de un solo cuerpo”, decías,
“Y ese es el sentido secreto de la vida”.

Pero siempre estaba estrellándome en el mismo coche.
Pero siempre estaba estrellándome en el mismo coche.

No te encuentro ya (digo tu nombre…)